Entronizar significar «poner en el trono», es decir que las imágenes de los santos pasen a ocupar un lugar especial en el templo. Sólo es lícito venerar con este culto a los santos incluidos en el catálogo de los santos y los beatos.
La Iglesia recomienda y promueve la veneración a la Virgen María y el culto público de los otros santos, para favorecer la santificación de las personas. Por esta razón se entronizan las imágenes en las Iglesias.
El lugar destinado a la imagen de los santos en el templo parroquial dependerá de si es el santo titular o de si es una nueva devoción.
Con esto se busca, además, entronizar a los santos en el corazón de las personas; se trata de que los santos ocupen un lugar en sus corazones.